Conoce al nuevo embajador de Burberry
Son Heung-min
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Son Heung-min
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Son Heung-min: Quiero que empiecen en el mundo del fútbol porque les guste jugar. Yo decidí dedicarme a este deporte porque era lo que más me gustaba. Creo que esta pasión me permitió superar las dificultades y me motivó a seguir jugando al fútbol hasta el día de hoy.
Cada persona tiene sus propias dificultades. Mi camino no siempre ha sido fácil. Para sobreponerme a los problemas, pensaba en mi sueño y lo que sentía cuando era pequeño. Recuerdo el momento en el que le dije a mi padre que quería jugar al fútbol y que me encantaba. Esto está relacionado con mi respuesta a la primera pregunta: si te apasiona el fútbol y no olvidas esa pasión, podrás superar cualquier obstáculo y seguir adelante.
El estilo de juego de la selección de fútbol coreana no es diferente del de Tottenham. La mayor diferencia es que como soy el capitán de la selección de Corea, también tengo que tener en cuenta al equipo. Tengo que jugar bien y reflexionar sobre cómo pueden mejorar mis compañeros. Aparte de eso, el resto es igual. Cuando voy a cualquier estadio, siempre pienso en cómo puedo aprovechar el día y las oportunidades al máximo.
"Cuando era pequeño, me emocionaba con solo ver el balón y lo seguía a todas partes. Esa ilusión sigue siendo parte de mí".
Antes de participar en el programa desconocía esta problemática, pero tuve la suerte de que me la explicaran como corresponde. Después de conocer la gravedad del hambre y la escasez alimentaria en el mundo, me di cuenta de que el problema era más importante de lo que pensaba y decidí ayudar. Es injusto no hacerlo cuando sabes que hay un problema y puedes hacer algo al respecto. Creo que hay muchas personas como yo, pero algunos no pueden ayudar porque no son conscientes de la situación. Por eso es importante que nos informemos sobre el mundo que nos rodea. Pienso que el efecto dominó existe: si todos unimos nuestras fuerzas, podemos cambiar la realidad.
Empecé a jugar al fútbol porque mi padre era entrenador, así que me críe rodeado de balones y campos de fútbol. Mis padres me cuentan que, mientras que otros niños usaban juguetes, yo siempre jugaba con un balón de fútbol. Después del acercamiento al deporte, empecé a jugar de forma oficial en tercero de primaria. Jugaba porque me salía de dentro, no porque se me diese bien. No juego al fútbol porque tenga un talento especial. Sin embargo, creo de verdad que me gusta más que a nadie en el mundo. Cuando era pequeño, me emocionaba con solo ver el balón y lo seguía a todas partes. Esa ilusión sigue siendo parte de mí.